El presidente de EE.UU., Barack Obama, firmó ayer un decreto para subir el salario mínimo a 10.10 dólares la hora a algunos empleados federales, una medida con la que quiere que el Congreso siga el ejemplo y apruebe una ley similar que beneficie a todos los trabajadores del país.
“Hacer que el trabajo duro se pague, con seguridad económica y salarios decentes. Por eso estamos aquí”, subrayó Obama en un discurso antes de firmar el decreto en la Sala Este de la Casa Blanca.
En el país “más rico de la Tierra, nadie que trabaja a tiempo completo debería tener que vivir en la pobreza”, agregó el mandatario.
El aumento a 10.10 dólares la hora afectará a los contratos con el Gobierno federal que se firmen a partir del 1 de enero de 2015, tanto los nuevos como las renovaciones.
Sectores beneficiados Entre los beneficiados están enfermeros que cuidan de los veteranos de guerra en los centros de asistencia gubernamentales, cocineros que trabajan para las Fuerzas Armadas o empleados de la red de Parques Nacionales.
Según anticipó a los periodistas el secretario de Trabajo, el hispano Thomas Pérez, poco antes de que Obama firmara el decreto, el aumento beneficiará a “cientos de miles” de trabajadores del Gobierno federal.
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