La puertorriqueña comentó en las redes sociales que tres de sus técnicos han sido "secuestrados" por el empresario que la llevó a Perú, Roberto Ayllón.
"El Sr. Roberto Ayllón tiene secuestrados a nuestros tres técnicos de sonido, ciudadanos americanos, en el estado de Ica, Perú. [...]
Acabo de enviar notificación oficial de esta situación al Departamento del Estado de Puerto Rico para su debido conocimiento, al igual que nuestro representante legal en el Perú, [quien] está notificando a las autoridades legales del país de este cobarde acto.
También hago públicamente responsable al Sr. Roberto Ayllón de la seguridad física y emocional de cada uno de ellos", compartió Tañón en la red social.
Por su parte, Ayllón expresó que una de las razones por las cuales el equipo de Tañón había cancelado la presentación fue que a una de las tarimas del escenario le faltaban casi 40 pulgadas de altura.
Ayllón dijo al portal peruano Trome.com: "Nosotros tenemos todos los documentos firmados, tenemos todos los riders de la empresa Minaya que se encarga de la Vendimia. Ellos en ningún momento nos han puesto que pongamos una tarima de tal metraje".
Aunque el productor del evento, Frank Castillo, denunció a Tañón por estafa y pidió a las autoridades que no le permitieran abandonar a Perú —ya que se le pagó por el concierto— Huffington Post Voces reportó que la cantante ya se encontraba rumbo a Estados Unidos.
"Hemos agotado todos los recursos y actuado con la mejor buena fe para la realización de estos eventos bajo los acuerdos firmados con el Sr. Roberto Ayllón.
Inclusive [Olga] llego al país a pesar de los incumplimientos básicos para que la artista [pudiera] presentar un espectáculo a la altura que merece el público peruano", señaló Billy Denizard, mánager de la cantante, en un comunicado.
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