Para el 2015, el FBI tendrá una base de datos para reconocimiento facial con más de 50 millones de imágenes; un crecimiento bastante marcado de las 16 millones de imágenes que tenían a mediados del 2013.
Al parecer todas estas imágenes son obtenidas por el FBI gracias a todos los trabajos dentro de Estados Unidos que requieren fotografías de los rostros de los trabajadores, así como sus huellas digitales.
Los empleadores que solicitan estos documentos los envían al FBI para que ellos introduzcan dichos datos a su base de datos.
Las imágenes de los rostros serán almacenadas sin discriminar su origen; es decir, las imágenes de rostros que correspondan a criminales serán guardadas junto con las imágenes de los civiles sin antecedentes criminales.
Esto es para que las búsquedas de FBI – por cualquier causa – también englobe a los civiles.
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