Resulta imperdonable que el sonidista que debía enviar el audio hacia afuera en la transmisión de premios Soberano cometiera tantos chascos.
Los micrófonos fallaron en momentos claves como en la intervención del presidente de Acroarte, José Antonio Aybar y en la introducción hablada del maestro Rafael Solano en el número musical que tuvo la destacadisima intervención del cantante Johnny Sky.
Lo mismo aconteció durante la actuación del colombiano Carlos Vives.
Un espectáculo con segmentos sin desperdicios aunque a algunos le haremos observaciones y una escenografía glamourosa y futurista fue empañada por un sujeto que se supone no debía admitir errores tan seguidos.
Y uno se pregunta ¿ para que sirven horas y horas de ensayos? ¿ para poner decenas de huevos?
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